Cada lápida y cada caso es único y, aunque tenemos un proceso estándar de funcionamiento, este se adapta totalmente a cada proyecto y persona, empeñando toda nuestra ilusión y trabajo en plasmar tus sentimientos. 

Sabemos que elegir una lápida es un momento delicado en la vida de cualquier persona. Te ayudamos en el proceso de personalizar la lápida, haciéndolo lo más fácil posible, poniendo a tu disposición un amplio catálogo de opciones e infinitas posibilidades de personalización.

Cuando recibimos encargos de lápidas personalizadas, notamos ese anhelo de querer expresar bien todo el recorrido vital compartido con el familiar fallecido. Cuando pedimos datos de la persona fallecida que nos puedan ayudar a realizar bocetos, los familiares hacen un viaje mental que los lleva a rememorar toda una vida con esa persona (vivencias, aficiones, gustos…).

Así, en el pequeño espacio que ocupa una lápida, intentamos definir el sentimiento que la persona que nos encarga el trabajo, tiene hacia su ser querido. Es imposible reflejar a la persona fallecida tal cual era, pero sí es posible reflejar la imagen y el recuerdo de esa persona a través de la mirada de su familia.

Nuestro trabajo es hacer lápidas personalizadas que intenten definir esa relación vital conjunta que crearon con el tiempo y que tanto afecto y amor generó. Esto nos reconforta y nos ayuda a pasar el duelo en compañía.

La lápida es la única pieza material que nos queda, y sirve de homenaje de despedida, por lo que todos queremos que sea un elemento eterno.